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jueves, 30 de junio de 2016

El Bosque Herido



Es un cuento ecologista de autor anónimo. Nos muestra las reflexiones de un niño sobre los daños que como humanos causamos hacia las plantas y animales y lo importantes que estas son en nuestras vidas.


Cada una y cada uno, puede realizar pequeños cambios para mejorar el ambiente. ¿Cómo? No tirando basura en las calles y utilizando los depósitos correspondientes.


EL BOSQUE HERIDO - CUENTO ECOLÓGICO



Un dia Pepe Salio de Paseo con sus padres, cerca del camino vio que estaban quemando unas malezas y le pregunto a su Papá:

- ¿Por que hay gente sin conciencia que daña el medio ambiente?

Su Padre le Contesto:

- Por que no saben el daño que le estan causando al medio ambiente

Pepe respondio a sus Padre:

- ¿Por que no les explicamos que debemos cuidar el medio ambiente como nuestra ambiente

Ellos le dijeron:

- Si Hijo Trataremos de hablar con esas personas  



El incendio quemaba árboles como el sauce, roble, pinos y muchas plantas que se caían poco a poco, por la mano perjudicial del hombre.

Pepe observó desde la orilla del camino, cómo algunos animalitos huían del calor. Pájaros, conejitos, ardillas, morrocoyes, chigüires, mariposas, todos buscaban refugio, y hasta una culebra se arrastraba hacia la carretera para salvar su vida.

El bosque herido por el fuego se veía muy triste y solo. A pesar de que llamaron a los bomberos forestales, se quemó una gran parte de él.

Fue destruido por el hombre, en vez de cuidarlo, para que los árboles protejan el ambiente y sirvan de nido a las aves y animalitos del bosque.

No había quedado nada en pie, sólo uno que otro ratón y unas cucarachitas que aguantaban el fuego escondidos en los peñascos.




Ya no habrían más nidos para los pájaros, follaje para los animales que buscaban en sus raíces huir de los rayos del sol. Sus ramas verdes y brillantes ya no se extenderían en el abanico verde y colorido del bosque.

Sólo debajo de una piedrecita, Pepe observó en un rincón del fallecido bosque, cómo se asomó tímidamente una pequeña hojita verde, componente de una plantita que acababa de nacer: era un semilla de arbolito, que había quedado latente bajo las piedras, quienes la cuidaron, cobijándole del fuego, se había alimentado de las aguas subterráneas de la madre tierra, a su lado otras semillitas aún dormían plácidas, pero muy pronto despertarían.





 No todo se había perdido: la naturaleza empezaba de nuevo su ciclo vital. Los arbolitos irían despertando poco a poco y se irían creciendo empezando el ciclo de la vida. Lo demás lo haría el sol, el agua. Crecerían hasta llegar a ser tan altos como los que habían sido quemados. Una esperanza nacía: el bosque volvería a ser lo que antes era: un remanso de paz y naturaleza para los animales silvestres. Un ratoncito asomó su trompa desde una caverna.

… Las pequeñas hojitas verdes se alimentarían del sol, del agua, y todo volvería a ser como antes…. El bosque ya no estaba herido... Renacía feliz…




FIN

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